Salida a las 5:00 am desde Móstoles como siempre con Fermín y
Christian, mi careto típico de ser un figurante de “The walking Dead” después
de no haber pegado ojo en toda la noche y haber dormido un par de horas escasas
debido a los nervios de salir de pesca, pero aun así, rumbo hacia un nuevo
destino. Esta vez el Embalse de Sierra
Brava es el que nos espera, un embalse que yo desconocía a este mismo día y el
cual me pareció un paraje natural bastante bonito, aunque en estos momentos la mayoría
de nuestros embalses se encuentran en preciosos al estar repletos de agua y
rodeados de naturaleza verde…que gustazo da verlos así.
Gracias a la conversación de Christian y Fermín y al
entretenido chat de grupo que tenemos en el Club consigo llegar hasta el pueblo
de Zorita sin dormirme, allí hemos quedado todos los Shadows para sacar el
correspondiente permiso del coto que es el embalse de Sierra Brava, bueno…ya
que estamos en una churrería, tendremos que meternos entre pecho y espalda un
cafetito con sus porras jejeje.
Todos bien desayunados y con los permisos ya en nuestras
manos, partimos hacia el bonito lugar de pesca y antes de salir hay que hacerse
la fotito de grupo.
¡Juer!, vaya unos tíos guapos que somos jejeje.
Nos dividimos en dos grupos y salimos cada uno hacia una
orilla como si no nos hubiésemos visto en la vida jejejeje, hacia la derecha
Juanjo, Enrique, Luis, Rubén, Rafa y David y hacia la izquierda, Julián, Chavo,
El Brujo, Yepes, Fermín, Christian y yo.
Andamos bastante hasta empezar con los primeros lances,
lances que no obtienen respuesta alguno por nuestro rival, yo me quedé algo
retrasado respecto al grupo varios minutos y me costó bastante volverme a unir
a ellos, como patean los jodios jijijiji. Me uno a Fermín y a El Brujo que son
los únicos que parecen no tener tanta prisa en recorrer todo el embalse, al
resto es difícil cogerlos, aunque como puedo comprobar seguimos todos “bolos” .
Finalmente nos quedamos Fermín y yo solos dando cañazos, el resto seguían su
peculiar maratón recorriendo las orillas del embalse. Y después de varios
minutos llega el momento ansiado por mí, ¡¡Por fin!! si y digo ¡¡POR FIN!!,
porque ya está bien, me da hasta casi vergüenza reconocer que a estas alturas
de temporada es el primer pez que consigo clavar en todo lo que llevamos de año,
si es que soy muy malo que le vamos a hacer jajajaja.
Entre unas encinas
sumergidas se encontraba nuestro gran amigo verde escondido, un lance que hice
a desgana, ya que después de haber lanzado varias veces alrededor de dichas
encinas no encontré respuesta y ya dispuesto a marcharme del lugar, realice el
desganado lance obteniendo el premio deseado jejeje.
El señuelo utilizado fueron los “cangrajos” Diesel Craw facilitados por el amigo Aurelio y digo “cangrajos” porque así los he bautizado después de comprobar el pestazo que echan a ajo los condenados jajajaja, pero aun así pescan y para muestra un botón.
Bueno pues después de liberar a nuestro
buen amigo bass, nos encontramos con Julián y José Carlos (El Brujo) que venían
de vuelta hacia donde dejamos los coches, pero nosotros dos continuamos
pateando las orillas del bonito pantano de Sierra Brava, alejándonos cada vez
mas de nuestro punto de partida y atraídos por las innumerables encinas sumergidas
del embalse y que parecen ser el apostadero perfecto de nuestro pez favorito,
aunque la respuesta sigue siendo la misma lance tras lance. Llegamos a un
paraje paradisiaco para el bass y donde deja de soplar el incesante aire que
nos acompañó durante la mayor parte de la jornada pero siguiendo sin tocar
escama y en el que decidimos no avanzar más lejos y allí esperar a Roberto,
Yepes y Cristian, que andarían como un par de kilómetros más que nosotros dos (ellos
anduvieron 7 km., nosotros andaríamos unos 5) y a los que tardamos en volver a divisar. Ya
todos reunidos, decidimos volver hacia nuestro punto de partida y en el camino
de vuelta recogemos a Julián que se había quedado tentando a los basses y
descansando sentado en una roca. Continuamos el camino de vuelta, esta vez con
menos ganas de lanzar ya que la desesperación ante las pocas picadas nos
quitaron las ganas de seguir haciéndolo jejeje, ya de lo único que nos quedaban
ganas era de llegar a reunirnos con el resto de compañeros y compartir las
ricas viandas que trajimos cada uno y sobre todos los ricos pasteles con los
que nos deleita últimamente la Sra. Yepes, mama de Alberto…¡Madre mía que
delicia!
En el camino de vuelta y ya en los coches, se lograron
hacer dos capturas más y aquí están las fotos que lo demuestran.
Jijijiji, esperando volver a compartir jornada con todos vosotros.
Un abrazo compañeros.
Óscarini.